sábado, 9 de diciembre de 2017

F. Engels Carta a KONRAD SCHMIDT 5 de agosto de 1890



En Berlín
Londres, 5 de agosto de 1890

Engels a Conrado Schmidt, 5 de agosto de 1890


...He leído en el Deutsche Worte de Viena una crítica del libro de Paul Barth  [1] escrita por ese pájaro de mal agüero que se llama Moritz Wirth[2] Esa crítica también me ha producido una impresión desfavorable en cuanto al libro mismo. Pienso hojearlo, pero debo decir que si el bueno de Moritz cita exactamente el pasaje en que Barth afirma que en todas las obras de Marx sólo ha podido hallar un ejemplo que demuestra la dependencia de la filosofía, etc., de las condiciones materiales de vida --aquel en que Descartes declara que los animales son máquinas--, sólo conmiseración puede despertar en mí un hombre capaz de escribir tales cosas. Y puesto que ese hombre no ha comprendido todavía que si bien las condiciones materiales de vida son el primum agens[*], eso no impide que la esfera ideológica reaccione a su vez sobre ellas, aunque su influencia sea secundaria, ese hombre no ha podido comprender en modo alguno la materia sobre la cual escribe. Sin embargo, repito, estas noticias no son de fuente directa, y el bueno de Moritz es un amigo peligroso. La concepción materialista de la historia también tiene ahora muchos amigos de ésos, para los cuales no es más que un pretexto para no estudiar la historia. Marx había dicho a fines de la década del 70, refiriéndose a los «marxistas» franceses, que «tout ce que je sais, c'est que je ne suis pas marxiste»[**]. «Lo único que sé es que no soy marxista»


También en la Volks-Tribüne ha habido una discusión acerca de si la distribución de los productos en la sociedad futura se hará de acuerdo con la cantidad de trabajo o de otra manera[3].  La cuestión ha sido enfocada desde un punto de vista muy «materialista», en oposición a ciertas frases idealistas sobre la justicia. Pero, por extraño que esto parezca, a nadie se le ocurrió pensar en que el modo de distribución depende esencialmente de la cantidad de productos a distribuir, y que esta cantidad varía, naturalmente, con el progreso de la producción y de la organización social y que, por tanto, tiene que cambiar también el modo de distribución. Sin embargo, para todos los que han participado en la discusión, la «sociedad socialista» no es algo que cambia y progresa continuamente, sino algo estable, algo fijo de una vez para siempre, por lo que también debe tener un modo de distribución fijo de una vez para siempre. Razonablemente, lo único que se puede hacer es: 1) tratar de descubrir el modo de distribución que se haya de aplicar al principio, y 2) tratar de establecer la tendencia general que habrá de seguir el desarrollo ulterior. Pero acerca de esto no encuentro ni una sola palabra en toda la discusión.

En general, la palabra «materialista» sirve, en Alemania, a muchos escritores jóvenes como una simple frase para clasificar sin necesidad de más estudio todo lo habido y por haber; se pega esta etiqueta y se cree poder dar el asunto por concluido. Pero nuestra concepción de la historia es, sobre todo, una guía para el estudio y no una palanca para levantar construcciones a la manera del hegelianismo. Hay que estudiar de nuevo toda la historia, investigar en detalle las condiciones de vida de las diversas formaciones sociales, antes de ponerse a derivar de ellas las ideas políticas, del Derecho privado, estéticas, filosóficas, religiosas, etc., que a ellas corresponden. Hasta hoy, en este terreno se ha hecho poco, pues ha sido muy reducido el número de personas que se han puesto seriamente a ello. Aquí necesitamos masas que nos ayuden; el campo es infinitamente grande, y quien desee trabajar seriamente, puede conseguir mucho y distinguirse. Pero, en vez de hacerlo así, hay demasiados alemanes jóvenes a quienes las frases sobre el materialismo histórico (todo puede ser convertido en frase) sólo les sirven para erigir a toda prisa un sistema con sus conocimientos históricos, relativamente escasos --pues la historia económica está todavía en mantillas--, y pavonearse luego, muy ufanos de su hazaña. Y entonces es cuando puede aparecer un Barth cualquiera, para dedicarse a lo que, por lo menos en su medio, ha sido reducido a la categoría de una frase huera.

Pero todo esto volverá a encarrilarse. Ahora, en Alemania, tenemos fuerza suficiente para aguantar muchas cosas. Uno de los servicios más grandes que nos ha prestado la ley contra los socialistas[4] ha sido el de habernos liberado de la pegajosa importunidad de los «estudiosos» alemanes con barniz socialista. Ahora ya somos lo bastante fuertes para digerir incluso a esos «estudiosos» alemanes, que vuelven a adoptar aires de gran importancia. Usted, que ha hecho realmente algo, habrá notado por fuerza qué pocos de los literatos jóvenes que se cuelgan al partido se toman la molestia de estudiar Economía política, historia de la Economía política, historia del comercio, de la industria, de la agricultura, de las formaciones sociales. ¡Cuántos conocen a Maurer sólo de nombre! La suficiencia del periodista tiene que suplirlo todo, y así anda ello. A veces, parece como si estos caballeros creyesen que para los obreros cualquier cosa es buena. ¡Si supiesen que Marx no creía nunca que incluso sus mejores cosas eran bastante buenas para los obreros y que consideraba un crimen ofrecer a los obreros algo que no fuese lo mejor de lo mejor!...
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Traducido del alemán.

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NOTAS
[*] La causa primera. (N. de la Edit.)
[**] «Lo único que sé es que no soy marxista» (N. de la Edit.)

[1] Trátase del libro de P. Barth Die Geschichtsphilosophie Hegels und Hegelianer bis auf Marx und Hartmann («Filosofía de la historia de Hegel y de los hegelianos hasta Marx y Hartmann») publicado en Leipzig en 1890.
[2] Deutsche Worte («Palabra alemana»): revista económica y político-social austríaca que se publicó en Viena de 1881 hasta 1904.
     El artículo de M. Wirth "La arbitrariedad respecto de Hegel y las persecuciones contra él en la Alemania actual" fue publicado en 1890, en el Nº 5 de la revista.
[3] Berliner Volks-Tribüne («Tribuna popular de Berlín»): semanario socialdemócrata, afín al grupo semianarquista de los «jóvenes», se publicó desde 1887 hasta 1892.
     Los materiales referentes a la discusión en torno a la cuestión «A cada cual el producto íntegro de su trabajo» se publicaron en el periódico desde el 14 de junio hasta el 12 de julio de 1890.
[4] La ley de excepción contra los socialistas fue promulgada en Alemania el 21 de octubre de 1878. En virtud de esta ley fueron prohibidas todas las organizaciones del Partido Socialdemócrata y las organizaciones obreras de masas, suspendida la prensa obrera, confiscadas las publicaciones socialistas y represaliados los socialdemócratas. Bajo la presión del movimiento obrero de masas, la ley fue derogada el 1 de octubre de 1890.


Fuente: C. Marx & F. Engels, Obras Escogidas, en tres tomos, Editorial Progreso, Moscú, 1974.
Digitalización: Juan Rafael Fajardo, para el Marxists Internet Archive, mayo de 2001.


Jules Guesde





Friedrich Engels  Carta a E. Bernstein  2 de noviembre de 1882



Sobre el delicado Lafargue publicó correspondencia por Malon en la escisión, Engels escribió a Marx 6 de noviembre de, 1882 "El Proletario Lafargue me envió que contiene el auto de procesamiento dictado contra él por el Congreso St Etienne. Un factum verdaderamente bakuninista, bastante débil en verdad. Él confía esencialmente en las cartas de Lafargue a Malon que contienen los caprichos del momento, contradictorios entre ellos. Parece que Malon los publicó en voz baja, sin temor a la reproducción de sus cartas de Lafargue. Él no está equivocado: estos señores usan los documentos en el momento oportuno, si Lafargue regresa con las letras de Malon, es mostaza después de la cena. Yo tu envía la cosa mañana. "

(...) No conozco la letra de Lafargue en el proletario. No dejaré de escribir a París para conseguirlo, pero será difícil. Si aún lo tiene, por favor envíelo. Te lo devolveré. Además, que Malon está en guardia, Lafargue tiene varias cartas comprometedoras de él.

El absurdo artículo de Picard [ 1 ] fue negado positivamente en Le Citoyen . El propio Marx lo leyó. Por cierto: la persona que lo envió a usted después de pasajes resaltados en lápiz azul no sabe francés: se hace hincapié en la formulación como machista ciudadano frase que Picard pone en boca de los explotadores burgueses : Liga patriotas ... de los cuales Gambetta es la cabeza . Anoto en rojo. A Picard le gusta la oposición en Guesde y es para hacerle un nicho que ha contrabandeado el artículo. Si hubiera sido posible dar una copia adecuada a este periódico, esta idiotez no habría pasado.

Pasemos ahora a la "conducta nada honorable de los escritores del Ciudadano en el caso Godard ". Resulta que estamos perfectamente al tanto del caso, las partes interesadas, así como los no interesados, se han turnado para contarle a Marx durante su estancia en París. Luego de una intervención en una reunión, Godard se dirigió al personal editorial de Citizen. Como siempre mantiene cierta ternura personal para sus ex hermanos anarquistas, Guesde lo recibió muy afectuosamente. En medio de una entrevista pacífica, sin ningún pretexto, Godard le da a Guesde un golpe violento en la cara. Los otros llegan al rescate: Godard, con una cobardía muy anarquista, se retira a un rincón: no vamos a ser maltratados, ¡él, el prisionero ! Y esta gente del Ciudadano, como niños reales, en lugar de administrar un buen temperamento, toman consejo y deciden: que efectivamente era necesario liberarlo porque era un prisionero ! Sin ser corregido, desafortunadamente, Godard tomó los campos clave. Pero a la noche siguiente, cuando la mayoría de los redactores ausentes eran conocidos, una docena de anarquistas armados con palos, etc. irrumpieron en la oficina y exigieron "satisfacción". Massard resistió, sin embargo, y tuvieron que regresar con las manos vacías. Pero ahora la Federación del Centro está informada, y organizó varias noches una guardia de los trabajadores: caballeros anarquistas no han regresado.
Pero le ruego que me informe a partir de ahora sobre los hechos que serían " nada menos que honorables " , etc.

Debo concluir de todo el contenido de su carta que no recibe regularmente Le Ciudadano y que, aparte de la Igualdad y proletaria que estás reduce los compañeros de París informa que, a su vez, señaló a su propia información de Malon and Co., que, con toda probabilidad, mostró una gran credulidad hacia ellos. Pero en mi opinión, el órgano del partido será en ningún caso se deje llevar en su juicio sobre el movimiento obrero en otro país por los compañeros que están en una capital extranjera y cambian a menudo de residencia ...

Cuando sigas repitiendo que el "marxismo" está en gran descrédito en Francia, no tienes otra fuente que esta: Malon de segunda mano. Lo que se llama "marxismo" en Francia es ciertamente un artículo muy especial, hasta el punto que Marx le dijo a Lafargue: " Lo cierto es que no soy marxista. Pero si el ciudadano filmado el verano pasado con 25,000 copias y adquirió una posición tal que Lissagaray puso su reputación en juego para conquistarlo, todavía parece contradecir un poco este presunto descrédito. Pero lo que contradice aún más es que este descrédito no impide que estas personas tengan suficiente crédito que, expulsados ​​del Ciudadano, están derritiendo el mismo día un nuevo periódico grande y, a pesar de las disputas del dueño del ex ciudadano, mantenerlo con vida durante quince días, gracias al apoyo único de los trabajadores y pequeño burgueses (trabajadores y pequeños industriales, escribe Lafargue), y encontrar un capitalista con el que tratarán mañana sobre el destino final del periódico: sí o no . Cuando los hechos hablan tan fuerte, Malon haría bien en mantener su "descrédito" por él.
Por otro lado, el crédito del Sr. Malon es tan grande que cuando, en L'Intransigeant , le pidió a Rochefort que pagara mejor, él respondió: " Te pagaré más si escribes menos" . ¡De modo que Malon se esfuerza por fundar un diario en París sin tener un centavo en el bolsillo, para mostrar cuánto vale su crédito!

¡Pero suficiente! Le pedí a Lafargue que le envíe Igualdad a cambio del Sozialdemokrat, y hoy escribe que está actuando. Si L'Egalité no llegara regularmente, una línea sería suficiente: una postal para P. Lafargue, 66, boulevard de Port-Royal, París.

notas
Texto resaltado : en francés en el texto .
1 ] Engels se refiere al artículo de Léon Picard sobre los alemanes en París, publicado en Le Citoyen el 3 de septiembre de 1882 bajo el título " L'Affaire de la rue Saint-Marc ". Este artículo, bastante chovinista, estaba dirigido contra una asociación de gimnastas alemanas de París.




Cartas de Frederick Engels 1882

Engels a Eduard Bernstein en Zurich
Fuente: MECW Volumen 46, p. 353; 

Primera publicación: en su totalidad, en Marx Engels Archives, Moscú, 1924;
Transcrito: Andy Blunden

Londres, 2-3 de noviembre de 1882

Estimado Sr. Bernstein:

Todavía no han recibido pruebas ( acaba de llegar 3/11 ). Por otro lado, han obtenido de Bebel el Acta del Seguro de Accidentes y de Salud de 1882, pero no la anterior, que representa el verdadero socialismo de Bismarck, sin las divisiones parlamentarias. Esto me gustaría mucho, quizás junto con otros asuntos relacionados con el Banco de Seguros de Accidentes; sin eso no puedo hacer nada.

Muchas gracias por Marquis Posener [apodo de la Bolsa de valores para Märkisch-Posener Railway Company] . No necesito todos los detalles con respecto a los ferrocarriles restantes. Los precios de principios o mediados de 1879 (antes de que se supiera nada sobre la nacionalización) serían suficientes. La diferencia entre entonces y ahora sería una prueba suficiente de la forma en que el estado ha comprado a la burguesía.
En muchos aspectos, Lassalle era un buen jurista y, además, había estudiado su derecho romano de herencia lo suficiente como para impresionar a los juristas según su conocimiento. (Impresionar era su expresión favorita, mientras contemplaba la Piedra Rosetta en el Museo Británico, le dijo a Marx: "¿Debería, piensas, dejar de lado seis meses para impresionar a los egiptólogos?") En Alemania todos uno tiene que hacer es elaborar algún punto de acuerdo con una teoría particular, y los juristas de hoy han olvidado que la teoría elaborada por Lassalle fue levantada palabra por palabra de la Filosofía del Derecho e Historia de Hegel y, además, no se sostiene si se aplica a la ley romana de herencia; esto no evolucionó a partir de lo que Hegel llamó 'la voluntad'; más bien, evolucionó de la historia de los romanos gens, el grupo de parentesco tribal del que, de hecho, pocos juristas saben mucho. Por cierto, solo dije que me vería obligado a demoler la leyenda de Lassalle como un pensador original, y eso es absolutamente esencial.

No había visto la carta de Lafargue en el Prolétaire y ciertamente pediré que me la envíen desde París, aunque es poco probable que la tenga. Si aún la tiene, me gustaría que me la envíe; lo tendrás de regreso. Por cierto, Malon debería estar en guardia; Lafargue tiene un montón de cartas comprometedoras de él.

El artículo absurdo de Picard ciertamente ha sido rechazado en el Citoyen, como Marx vio con sus propios ojos. Vamos a eso, el hombre que te lo envió, marcado en azul, no sabe francés; él ha subrayado como una observación chovinista del paso de Citoyen que Picard atribuye a los explotadores burgueses ... ligue des patriotes ... no Gambetta est la tête ! [explotadores burgueses ... liga patriótica ... de la cual Gambetta es el jefe]Lo he marcado en rojo. Picard disfruta oponiéndose a Guesde y, a modo de broma desagradable a este último, contrabandeó el artículo en el periódico; si un departamento editorial apropiado fuera una posibilidad allí, esta tontería no habría ocurrido.
Ahora, para el "nada menos que un rendimiento acreditable presentado por los editores del Citoyen en el affaire Godard". Por casualidad, sabemos todo sobre esto, ya que Marx había escuchado a menudo el cuento cuando estuvo en París, tanto de los que habían participado como de los que no habían tenido nada que ver con eso. Después de un incidente en una reunión, Godard fue a la oficina de redacción del Citoyen, donde recibió una amable recepción por parte de Guesde, quien todavía tiene algo de debilidad, de un personalnaturaleza - para sus antiguos hermanos anarquistas. En medio de una conversación tranquila, Godard, sin ninguna excusa, repentinamente le propinó a Guesde un golpe violento en la cara. Los demás se pusieron de pie, y Godard, como el cobarde anarquista que era, se refugió en un rincón; seguro que no lo tratarían mal, a un prisionero . Y, en lugar de golpearlo en la pulpa, los infantiles Citoyen caps conferidos juntos y decidieron qu'en effet il fallait le lâcher parce qu'il - était prisonnier [que en realidad debería ser dejar ir porque era un prisionero]!! Godard se fue apurado, triste de decir, sin disculparse. Pero a la noche siguiente, cuando se sabía que la mayoría de los editores estaban ausentes, una docena de anarquistas armados (con garrotes, etc.) entraron por la fuerza a la oficina y, con amenazas, exigieron satisfacción de algún tipo. Massard, sin embargo, se mantuvo firme, y tuvieron que retirarse con las manos vacías. Pero ahora se informó a la federación del centro ; por varias noches pusieron a los hombres de trabajo en guardia, y los messieurs les anarchistes no regresaron.
Pero ahora le pediría que me diera una idea del tipo de cosas en las que se supone que 'nada menos que acreditable', etc., ha consistido.
La esencia de su carta apunta a la conclusión de que no está obteniendo el Citoyen con regularidad y, por lo tanto, además de Égalité y Prolétaire,tienen que depender de las cuentas proporcionadas por camaradas en París que, a su vez, dependen exclusivamente de los servicios de Malon and Co., respecto de los cuales su credulidad parece no haber asumido proporciones insignificantes. En mi opinión, sin embargo, el órgano del Partido no debe en ningún caso permitir que su juicio sobre un movimiento obrero en un país extranjero sea influenciado indebidamente por camaradas en la capital de ese país que, después de todo, son una población cambiante. Las asociaciones alemanas en el exterior son sin duda las peores fuentes de información sobre el movimiento en el extranjero; rara vez tienen una vista de pájaro y generalmente tienen sus conexiones particulares con la exclusión de otras, lo que significa que no pueden participar en la vida cotidiana y el desarrollo del movimiento a su alrededor; finalmente, persisten en la creencia de que, incluso hoy en día, todavía tienen un significado más que pasajero para las masas en realidad dentro de Alemania. ¿Qué hubiera sido de nuestra libertad de formarse una opinión sobre el movimiento inglés o el no movimiento, si hubiéramos prestado la más mínima atención a la mayoría cambiante de la London Society? ¿Y no son las asociaciones alemanas en Nueva York igualmente acríticas en su actitud hacia el movimiento obrero estadounidense? Toda asociación desea, por encima de todo, ser considerada importante, y por lo tanto, en ausencia de un liderazgo muy enérgico e inteligente, caerá presa fácil de cualquier extranjero que conozca las cuerdas. ¿Le hemos prestado la más mínima atención a la mayoría cambiante de la London Society? ¿Y no son las asociaciones alemanas en Nueva York igualmente acríticas en su actitud hacia el movimiento obrero estadounidense? Toda asociación desea, por encima de todo, ser considerada importante, y por lo tanto, en ausencia de un liderazgo muy enérgico e inteligente, caerá presa fácil de cualquier extranjero que conozca las cuerdas. ¿Le hemos prestado la más mínima atención a la mayoría cambiante de la London Society? ¿Y no son las asociaciones alemanas en Nueva York igualmente acríticas en su actitud hacia el movimiento obrero estadounidense? Toda asociación desea, por encima de todo, ser considerada importante, y por lo tanto, en ausencia de un liderazgo muy enérgico e inteligente, caerá presa fácil de cualquier extranjero que conozca las cuerdas.
Tampoco tiene ninguna otra fuente, es decir, aparte de Malon en segunda mano , por su reiterada afirmación de que en Francia el "marxismo" sufre una marcada falta de estima. Ahora bien, lo que se conoce como "marxismo" en Francia es, de hecho, un producto totalmente peculiar, tanto que Marx dijo una vez a Lafargue: " Ce qu'il ya de certain c'est que moi, je ne suis pas Marxiste ". [Si algo es cierto, es que yo mismo no soy marxista] Pero si, el verano pasado, el Citoyenfue capaz de vender 25,000 copias y lograr una posición tal que Lissagaray arriesgó su reputación para poder controlarla, ¿no le parecería algo incompatible con la falta de estima que usted insiste? Aún más incompatibles, sin embargo, es el hecho de que dicha falta de autoestima no impide que esos tipos de disfrutar de una estima tan grande que les permitan, después de haber sido arrojado por accidente fuera del Ciudadano, para poner en marcha un importante diario nuevo el auto el mismo día y, apoyado casi exclusivamente por trabajadores y pequeño burgueses (ouvriers et petit industriels como lo dice Lafargue), para mantenerlo funcionando durante casi una quincena a pesar del hostigamiento de los propietarios del viejo Citoyen,y encuentre un capitalista con quien va a negociar el destino del periódico, o no mañana. Los hechos hablan tan claramente por sí mismos que Malon sin duda tendrá que tragarse su "falta de estima". Sin embargo, es tan grande la "estima" en la que se encuentra el propio Sr. Malon que, tras solicitar a Rochefort un aumento de la tarifa que le pagan por sus artículos Intransigentes , recibió la respuesta: " Je vous paierai plus si vous écrivez" moins . ' [Te pagaré más si escribes menos.]Uno de estos días, Malon debería intentar fundar un diario en París sin siquiera un cuarto de dólar en el bolsillo, y luego podría mostrarnos cuál es su aprecio. disfruta es capaz de hacer.

Pero suficiente. Le he pedido a Lafargue que envíe el Égalité al Sozialdemokrat a modo de intercambio, y hoy él escribe para decir que lo hará, a cambio de lo cual envía amablemente al Sozialdemokrat al Égalité. Si la Égalité no llega con regularidad, solo tiene que colocar una línea en una postal a P. Lafargue, 66 boulevard de Port-Royal, París.

En cuanto a los artículos de Vollmar, el primero en particular, ya que estaba directamente en contra de aquellas personas que cuestan lo que pueden, están clamando por la derogación de la Ley Antisocialista, fue muy bueno y dio en el clavo. El segundo lo leí bastante antes de un viaje, con 3 o 4 personas hablando a mí alrededor. De lo contrario, no habría tomado la visión indulgente que de hecho hice del lenguaje excesivamente ferviente que, en conclusión, aboga por el uso del Partido. Bebel tiene razón acerca de este punto que, sin embargo, creo que toma demasiado en serio. La verdadera debilidad del segundo artículo (que sí lo señalé, pero le di poca importancia) radica en su idea infantil de la revolución que está por comenzarpor el mundo entero dividiéndose '¡Un Guelph! A Waibling! ', En 2 ejércitos, en un lado nosotros mismos, en el otro la totalidad de la' masa reaccionaria única’. Es decir, la revolución es comenzar con el quinto acto, no con el primero, en el que las masas de los partidos de oposición se ponen hombro con hombro contra el gobierno y sus errores y así triunfan, con lo que uno tras otro de los partidos individuales entre los vencedores pierde su eficacia y se sale de la carrera , hasta que finalmente la masa del pueblo se vea forzada de nuestro lado, en cuya coyuntura puede tener lugar la batalla decisiva tan aclamada por Vollmar. Sin embargo, en este contexto, el punto era secundario; lo que importaba era la demostración de que, si los señores del "ala derecha" se salieran con la suya, deberíamos poder librarnos de la Ley antisocialista en condiciones que, si bien son más perjudiciales para el Partido que las Anti- La propia Ley Socialista, permitiría a estos señores publicar hojas como la de HamburgoGerichts-Zeitung, etc., y pasarlos como órganos del partido. En esto, estoy totalmente de acuerdo con Vollmar y, de hecho, escribí y le conté a Bebel tanto.
Ayer saqué a su nombre, 137 alte Landstrasse, Riesbach, un giro postal por 12 / - = 15.10 frs en pago de la suscripción de Marx y. Amablemente recuérdame cuando esto vuelva a ocurrir.
Felicidades por entrar en su séptimo mil.
Atentamente,
FE
En vista de su enmienda en el prefacio, ya no hay ninguna llamada a aludir a la Conferencia de Wyden, y por lo tanto, la eliminaré. Amablemente envíeme 2 pruebas justas. La prueba se iniciará hoy o mañana.







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