lunes, 26 de diciembre de 2016

La victoria de Trump, el orden de los factores no altera el producto imperialista







9 noviembre, 2016


Donald Trump ha sido elegido como presidente de la potencia imperialista, los EEUU, al direccionar la Casa Blanca, direccionará el destino de millones de personas y varios países.


Cuando el revolucionario bolchevique Lenin, realizó el estudio del imperialismo, lo caracterizó en primer lugar en un capitalismo monopolista, en segundo lugar un capitalismo parasitario o en descomposición y en tercer lugar un capitalismo agonizante.

Parecería que, con el triunfo de Trump, se consolida la transición del capitalismo parasitario o en descomposición hacia el capitalismo agonizante – por ende violento- en la fase imperialista. Sin embargo, si el triunfo de Clinton se hubiera presentado, era inminente esta transición, a pesar de la “forma más amistosa” de su campaña.


Donald Trump, caracterizado como un neo-fascista ha contado con el respaldado de una burguesía con rasgos de lumpen-burguesía, racista, xenófoba y armamentista. Su carácter ultra-nacionalista propugna la expulsión de indocumentados y la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, para evitar la contaminación con otras civilizaciones.


La victoria de Trump será claramente la continuación de la política del gobierno de George W. Bush caracterizadas por la ignorancia, la intervención y la guerra. La continuación de la decadencia.


De la misma manera, no hay que olvidar la amenaza, para América Latina y los gobiernos progresistas,  del “internacionalismo reaccionario”, el Partido Republicano es miembro de la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA), conjuntamente con Partido Conservador de Colombia, el partido Propuesta Republicana (PRO) de Argentina, el Movimiento Demócrata Social de Bolivia, el Partido Conservador de Nicaragua, etc. Y que a su vez forman parte de la Unión Democrática Internacional (UDI), fundada por Margaret Thatcher y George H.W. Bush. Su agenda claramente será sumar esfuerzos contra todo lo que huela a contra-hegemonía en nuestra región.[1]

El orden de los factores, entre un fascista como Trump y una intervencionista como Clinton, no afecta el producto imperialista, solo continúa con su curso de barbarie.
c. Juan Francisco Torres
Secretario Nacional Organización PCE






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