miércoles, 9 de octubre de 2013

El Che Guevara, ejemplo de vida para las nuevas generaciones




Prólogo de a la versión argentina de En la selva     

 

Néstor Kohan   02-06-2011  Editorial «Amauta Insurgente»

 

Este libro que ahora está en tus manos condensa un trabajo de muchos años de investigación, estudio y militancia.

Nuestro primer acercamiento al pensamiento del Che Guevara se produjo en los últimos años de la escuela secundaria, todavía bajo la dictadura militar argentina. Un compañero nos regaló unas fotocopias totalmente gastadas y descoloridas de su hermana mayor que para nosotros significaron la joya más preciada. Se trataba del libro de Michael Löwy El pensamiento del Che Guevara. Por esos años habíamos leído y estudiado aproximadamente unas 50 veces, o quizás más, el mensaje del Che a la juventud (que los compañeros cubanos publicaron con el título “¿Qué debe ser un joven comunista?”). En esa secundaria, la primera cartelera del Centro de Estudiantes que hicimos, siempre bajo dictadura militar, la inauguramos con una cartulina blanca con la cara del Che y su entrañable “Carta a mis hijos” reproducida con marcadores y fibras escolares. Nuestra primera revista escolar se llamó La trinchera. Su primera portada llevaba el rostro del Che y una estrella roja de cinco puntas, también pintada artesanalmente con marcadores (una por una). En medio de la movida de esa revista cortamos la calle y tomamos la escuela, a amigos nuestros los expulsaron, nosotros terminamos presos en la comisaría. El Che nos acompañó desde nuestra primera militancia adolescente, cuando un sector importante de la izquierda institucional argentina —la que quedó viva luego del genocidio del general Videla— lo veía como “un extremista”, “un romántico idealista”, “un aventurero” o simplemente como “un foquista”.

Muchos años después fuimos a Cuba. Conocimos compañeros suyos que habían combatido junto a él en Sierra Maestra, en el Congo, en Bolivia. Los entrevistamos. También conversamos y grabamos a los principales especialistas en su obra. Nos trajimos un cargamento de libros y materiales. Seguimos profundizando.

Nuestro primer escrito teórico sobre el pensamiento del Che fue publicado en 1989, en medio de la debacle ideológica de la Unión Soviética (URSS) y del sandinismo (Nicaragua), mientras militábamos en la villa miseria «Carlos Gardel» (ubicada en la provincia de Buenos Aires), durante los nefastos tiempos de Raúl Alfonsín (cuyos intelectuales se reían de Guevara y lo caracterizaban como “el otro demonio” equiparable al terrorismo de estado). Allí, en ese primer ensayo, titulado “Marxismo y humanismo”, confrontábamos al Che Guevara y su lectura de El Capital con Louis Althusser (y elípticamente, con Marta Harnecker, su principal discípula latinoamericana, de gran influencia en Argentina y en todo el continente). Luego, en 1992, en pleno auge del neoliberalismo a escala mundial, nos fuimos a Bolivia. Allí, junto a guevaristas bolivianos publicamos nuestro segundo texto teórico sobre el Che (bosquejo del artículo “El Che Guevara y la filosofía de la praxis”, aquí incorporado).

Hasta que en 1997, ayudados por el Centro Che Guevara de La Habana, inauguramos la primera Cátedra Che Guevara en la Universidad de Buenos Aires (UBA), como parte de un colectivo de trabajo bastante heterogéneo. Las Cátedras Che Guevara proliferaron por todo el país. Recorrimos innumerables ciudades argentinas con ese mensaje. El Che era —para nosotros— el mejor antídoto contra el neoliberalismo de Carlos Saúl Menem, uno de los personajes más bizarros y miserables de nuestra historia política.

Desde aquel lejano 1997 hasta hoy pasó mucho tiempo. Las modas van cambiando. La “onda del momento” es muy errática. Algunos compañeros abandonaron el barco, ya no se sentían afines. Giraron entusiastas hacia el posmodernismo de Toni Negri. Otros y otras se desplazaron subrepticiamente hacia el multiculturalismo y el autonomismo. Las opciones “a la moda” fueron de lo más variadas. Nosotros continuamos batallando con la Cátedra Che Guevara y la formación política de la militancia de base. En la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, en el Hotel Bauen (recuperado), en la fábrica textil Brukman (recuperada), en la Escuela piquetera de formación política 22 de agosto «Héroes de Trelew» que funcionó en una fábrica textil de Florencio Varela (barrio periférico de la provincia de Buenos Aires), en la villa miseria «1-11-14» del Bajo Flores (villa ubicada en plena capital federal), en la Universidad de Buenos Aires, ahora en la Universidad de los Trabajadores inaugurada en la fábrica metalúrgica IMPA (recuperada) o donde sea. También inauguramos Cátedras Che Guevara en Chile y Bolivia y la Escuela de cuadros «Manuel Marulanda» en Venezuela, además de participar en la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF) del Movimiento Sin Tierra de Brasil. Con viento a favor, con viento en contra. Siempre remando y haciendo trabajo de hormiga en la misma dirección, teniendo como faro y horizonte al Che Guevara, a Mariátegui y a Bolívar. Con el pesimismo de la razón, pero con el irrenunciable optimismo de la voluntad.

Todos los análisis y estudios incorporados a En la selva constituyen el producto de esa historia personal que al mismo tiempo es una historia política colectiva. Su fuente de inspiración puede resumirse en dos actividades paralelas.

Por un lado, años y años de investigación (el material inédito del Che Guevara en Bolivia nos lo entregó generosamente Tristán Bauer hace como diez años... bastante tiempo para invertir en un libro, no es una investigación redactada de apuro en un fin de semana). Nos tomamos en serio la tarea de indagar, profundizar y estudiar al Che. No nos satisface repetir tres consignas superficiales. Guevara se merece un estudio en serio.

Por otro lado, años y años de militancia voluntaria (jamás cobramos un solo peso) en la Cátedra Che Guevara y en todos los espacios de formación antes mencionados.

Militancia, investigación y estudio. Ese es el “secreto” de este libro. Así lo hicimos. Como actualmente (fines de mayo de 2011) continuamos impulsando la Cátedra Che Guevara lo utilizaremos para continuar la batalla de las ideas y la formación de la militancia de base con el objetivo de formar cuadros revolucionarios. Nuevos jóvenes se acercan hoy al Che. Ojalá sean sus continuadores. Como decía Lenin, no hay nada más divertido… que luchar por la revolución.

Aunque de gestación y escritura argentina, En la selva salió publicado por primera vez en Venezuela, gracias al apoyo de los compañeros bolivarianos de Misión Conciencia, la Escuelita “Un grano de maíz” y el periódico Debate socialista. La primera presentación de todas se hizo junto a los obreros y obreras del petróleo, organizados en la agrupación sindical Vanguardia Obrera Socialista (VOS) y en los núcleos sindicales de trabajo voluntario de la costa oriental del lago de Maracaibo. El libro se distribuyó gratuitamente, principalmente entre los trabajadores y en la juventud. Y además se publicó en Internet, tanto en la página web de nuestra Cátedra Che Guevara-Colectivo Amauta como en varias otras páginas amigas de comunicación alternativa (Rebelión, La Haine, La Rosa Blindada, Kaos en la red, Revolución o muerte, etc).

En el momento en que redactamos este prólogo a la edición argentina, el libro En la selva ha sido ya traducido al gallego-portugués y está siendo publicado —nos referimos a ediciones en papel, no solo digitales— en Galiza y Portugal por las organizaciones Primera Línea (comunista independentista de Galiza) y Política Operaria (de Portugal). En estos momentos se está evaluando una edición por parte de compañeros brasileños a partir de esa misma traducción al portugués. También está siendo traducido al idioma euskera y publicado por los revolucionarios abertzales que luchan por la independencia y el socialismo de Euskal Herria (el país vasco). En León (dentro del estado español) militantes del sindicato ferroviario han propuesto editar el libro con dinero de sus salarios para la formación de su militancia sindical y de la juventud.

Asimismo, En la selva está siendo publicado en estos momentos en Venezuela y Colombia por la nueva editorial vinculada al Movimiento Continental Bolivariano (MCB), Gente del sur-Insur-gente, acompañado por un extenso prólogo (en realidad un estudio preliminar) del comandante Jesús Santrich, integrante del estado mayor central de las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo). Asimismo está siendo publicado en Chile por iniciativa del FPMR (Frente Patriótico Manuel Rodríguez) y en Uruguay por parte del Movimiento 26 de marzo (M-26).

Agradecemos de corazón a todos estos compañeros de América Latina y del mundo que se han sentido representados por lo que este libro intenta compartir, tanto por lo que el Che Guevara escribió y reflexionó en sus últimos días de combate como por los estudios que acompañan esos textos.

Evidentemente el guevarismo no es algo “nostálgico”, un producto mercantil pasado de moda y sepultado en los años ’60 o un inofensivo ícono posmoderno. Que las principales fuerzas sociales y políticas insurgentes, e incluso político militares, que en pleno siglo XXI siguen luchando por un mundo mejor, se hayan apropiado de este libro y lo publiquen como material propio de sus organizaciones nos llena de orgullo y de honor (ojalá alguien lo traduzca y pueda acercárselo también a los compañeros y hermanos palestinos). Ninguna de esas ediciones busca dinero ni pretenden convertir al Che en una mercancía de shopping. Esas organizaciones hermanas, insurgentes, bolivarianas y guevaristas, publican En la selva para que sirva en la lucha contra el sistema capitalista mundial. Eso está más que claro, ¿no es cierto?

Si esas son algunas de las principales ediciones que se están gestando y publicando en diversos países del mundo, al menos hasta ahora (fines de mayo de 2011), dos palabras específicas para esta edición argentina.

Aquí, en Argentina, el libro sale publicado en conjunto por dos sellos editoriales: «Amauta insurgente» y «Hombre Nuevo».

El primero, «Amauta insurgente», corresponde a nuestra Cátedra Che Guevara y a nuestro Colectivo. A lo largo de todos estos años de militancia y trabajo de formación política hemos publicado muchísimos materiales —incluyendo algunas joyas de difícil acceso que hemos rescatado del olvido— pero como nunca tenemos dinero, ya que siempre realizamos nuestra tarea con trabajo voluntario, editamos nuestros materiales en formato digital por Internet. Los difundimos en www.amauta.lahaine.org También publicamos numerosos cuadernillos en papel, pero en formato artesanal. Este es el primer libro que editamos.

La otra editorial, «Hombre Nuevo», que en su momento conocimos gracias a nuestro común amigo Orlando Borrego (amigo y colaborador de Ernesto Guevara, e invitado a nuestra cátedra en varias oportunidades), tiene su propia historia. Luego de años, nos reencontramos con estos compañeros gracias a los amigos de la fábrica recuperada IMPA, donde funciona la Universidad de los Trabajadores y nuestra cátedra.

Además de constituir la continuidad de la publicación de los libros guevaristas de Orlando Borrego El camino del fuego y Recuerdos en ráfaga por ellos editados (y presentados en nuestra Cátedra Che Guevara), accedimos a publicar en común junto con los compañeros de la editorial «Hombre Nuevo» porque consideramos que la revolución en Argentina tendrá que contar necesariamente con la convergencia de diversos afluentes.

Nosotros le dedicamos expresamente En la selva a Mario Roberto Santucho y a la corriente guevarista que Robi representó (el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo) y con la cual nos sentimos ideológica y políticamente identificados. Pero al mismo tiempo le dedicamos esta obra a nuestros 30.000 compañeros desaparecidos, donde indudablemente también están —entre muchos otros y otras— los compañeros y compañeras de Montoneros. Nosotros reivindicamos sinceramente, sin oportunismo alguno, a todos los compañeros caídos y desaparecidos, no sólo de Montoneros sino de todo el arco del peronismo revolucionario en su conjunto, incluyendo también a las FAR, a las FAP, al Peronismo de Base, a ARP y a la resistencia al golpe gorila de 1955. ¡Todos son nuestros compañeros!

Sin ninguna duda Rodolfo Walsh, Carlos Olmedo, Marcos Osatinsky, Rodolfo Puiggrós, Rodolfo Ortega Peña, Alicia Eguren y John William Cooke también son nuestros compañeros y nuestros guías, aunque sintamos mayor afinidad política e ideológica por la corriente guevarista de Robi Santucho, Raymundo Gleyzer, Haroldo Conti, Silvio Frondizi, entre otros.

El Che Guevara no tiene dueño ni es propiedad privada de nadie. Por eso lo editamos en conjunto dos editoriales con orientaciones diversas. Cada uno lo interpela desde su propia historia y su propia identidad. En la selva constituye nuestra manera de interpelarlo y traerlo a nuestro presente. Nada más que eso. Como demuestran otras insurgencias, la revolución socialista argentina, necesariamente deberá recuperar todas las rebeldías del pasado, incluyendo también —dicho sea de paso— las anarquistas de la Patagonia rebelde de inicios del siglo XX y toda la gente que peleó y murió para cambiar este país que tanto se resiste a cambiar pero que alguna vez lograremos, por fin, dar vuelta en forma completa y reordenar de raíz.

Ojalá este modesto libro sirva fundamentalmente para la gente joven, para comenzar a formar nuevos militantes revolucionarios del campo popular que, siguiendo el ejemplo insurgente del Che, estén dispuestos a poner en riesgo su vida no por dinero ni por un puestito político o alguna otra mezquindad mediocre, sino por un proyecto colectivo mediante el cual logremos la felicidad de nuestro pueblo, la Patria Grande latinoamericana, la revolución socialista y nuestra segunda y definitiva independencia.

 

En el aniversario del cordobazo, Boedo, 29 de mayo de 2011

* Este texto es el prólogo Prólogo de a la versión argentina de En la selva (Los estudios desconocidos del Che Guevara. A propósito de sus Cuadernos de lectura de Bolivia)


 

 

En la selva   Néstor Kohan  29-03-2011


 

 

“En la selva (Los estudios desconocidos del Che Guevara. A propósito de sus Cuadernos de lectura de Bolivia)”: Néstor Kohan

Los «Cuadernos de lectura de Bolivia» fueron redactados por Ernesto Guevara en forma paralela a su «Diario del Che en Bolivia» (diario de campaña militar). Estos apuntes teóricos condensan su laboratorio mental y su ambicioso programa de investigación marxista.

Aunque dejan debates abiertos, los «Cuadernos de lectura de Bolivia» constituyen el punto de llegada de largos años de estudio y reflexión sobre los clásicos del marxismo y El Capital; la historia del pensamiento revolucionario; la crítica de la economía política; la concepción materialista de la historia y la filosofía de la praxis.

El libro «En la selva» de Néstor Kohan se propone estudiar rigurosamente al Che, indagando en su mundo cultural, político e ideológico y en los libros y autores que él leyó y estudió. Intenta rescatar al Che del museo, el monumento y el póster inofensivo. Ni momia embalsamada ni muerto sagrado, el Che es un revolucionario de nuestro tiempo presente. Utilizar sus reflexiones es imprescindible para el “socialismo del siglo XXI”.

Desde lo más profundo de la selva de Bolivia, enfrentando a la CIA, al Ejército y los rangers, con una mano en su fusil guerrillero y la otra en sus «Cuadernos de lectura» y sus libros de teoría marxista, el Che nos sigue interpelando.

“Este libro no tiene fines comerciales ni dinerarios. Es una edición para la militancia y los cuadros revolucionarios, para continuar hoy la batalla de ideas con el ejemplo del Che Guevara, por la Patria Grande y la revolución socialista”.

En la selva (Los estudios desconocidos del Che Guevara. A propósito de sus Cuadernos de lectura de Bolivia)

El Che, antítesis del hombre unidimensional

  • Guevara y el debate cultural posterior al muro de Berlín
  • La palabra escrita en la racionalidad política de la tradición marxista
  • Pensar y actuar desde las periferias (o el eurocentrismo, enfermedad senil de la teoría marxista)

Los Cuadernos de lectura de Bolivia como “botín de guerra”

  • Las lecturas de Bolivia y el laboratorio mental del Che
  • Sus apuntes de Bolivia y la concepción materialista de la historia

Los autores leídos y analizados por el Che en Bolivia Wright Mills, el marxismo y la sociología crítica en Estados Unidos

  • La Revolución Cubana, Wright Mills y la nueva izquierda norteamericana
  • La interpretación de Wright Mills en la lectura del Che Guevara

El Che y su pasión por la dialéctica

  • La dialéctica en el marxismo de Lukács y la herencia de Hegel
  • La difusión de la obra de Lukács en tiempos del Che Guevara
  • El joven Hegel de Lukács y la filosofía marxista en la época de Stalin
  • Guevara lector de Lukács en Bolivia

Los escritos póstumos de Engels

  • El Che Guevara como biógrafo de Marx y Engels
  • Guevara ante la obra tardía de Engels

El Che y su lectura crítica de los profesores soviéticos León Trotsky, el profeta como historiador

  • La Historia de la revolución rusa de León Trotsky
  • León Trotsky, más allá de mitos, insultos, sectas y capillas
  • Guevara y Trotsky, afinidades electivas, convergencias y divergencias
  • El Che Guevara lector de Trotsky en Bolivia

Fidel y el marxismo culturalista en su lucha por la conciencia El enigma de Bolivia y la cuestión nacional inconclusa de Nuestra América Che Guevara: ¿Mártir suicida o militante revolucionario?

  • Guevarismo, un marxismo bolivariano
  • El Che y la revolución, asignaturas pendientes

* La crítica del Che a la economía política (Un comentario a los Apuntes críticos a la economía política)

* El Che y la filosofía de la praxis

* La concepción política de la revoluciónen el Che Guevara y en el guevarismo (Aproximaciones al debate sobre el socialismo del siglo XXI)

Apéndice

* Los Cuadernos de lectura de Bolivia

  • Cuaderno verde
  • Cuaderno rojo
  • Cuaderno rosado

El Che, antítesis del hombre unidimensional

Pensar al Che para pensarnos a nosotros mismos y tomar partido en nuestro tiempo histórico. Impregnarnos del espíritu radical de Guevara, indagando en su mundo cultural, político e ideológico para interpelarlo y traerlo hacia nosotros. Ese es el desafío.

No se trata de hacer arqueología. Hay que rescatar al Che del museo, el monumento y el póster inofensivo donde lo han querido encerrar. Nada más lejano de Guevara que las momias embalsamadas del panteón de muertos sagrados.

El objetivo consiste en conocer y pensar nuestro presente. Porque el Che es un revolucionario del siglo XXI, ¿qué duda cabe? Su concepción de la lucha anticapitalista a escala global, su defensa de la insurgencia popular, su oposición radical a la prepotencia del imperialismo norteamericano, sus esperanzas depositadas en la nueva subjetividad y la cultura socialista o su crítica de toda burocracia, ¿no son temas, preocupaciones y problemas de nuestro tiempo? Estudiar seriamente, discutir y repensar al Che resulta imprescindible si pretendemos tener un pensamiento contemporáneo, a la altura de nuestra época. Para ello se torna impostergable explorar las múltiples dimensiones de su personalidad y las diversas aristas del mito que sobre él se creó.

En la imagen que se construyó del Che predominó durante los primeros años inmediatamente posteriores a su asesinato, la dimensión militante, activista y comprometida de su agitada biografía. No fue una casualidad. El Che Guevara, máxima expresión de la Revolución Cubana junto a Fidel Castro y símbolo mundial de la rebeldía anticapitalista, representó a fines de la década del ‘60 todo lo que la vieja izquierda ya no podía ofrecer. Coherencia entre el decir y el hacer, rechazo intransigente del doble discurso y la doble moral, cuestionamiento radical de toda “razón de Estado” y toda burocratización del socialismo, entre muchas otras cosas.

El Che murió joven. Sus ideales y proyectos revolucionarios eran asuntos de jóvenes. La década del ’60 fue una década de jóvenes. El neoliberalismo de Margaret Thatcher y la “revolución conservadora” de Ronald Reagan, que los sucedieron a nivel mundial, fueron cosas de viejos. Representaban el regreso de todo lo vetusto, lo añejo, lo tradicional: el autoritarismo, la explotación, la guerra, el patriarcalismo y el antiquísimo culto al fetiche del dinero y el mercado. Si Guevara y los ’60 fueron acusados de “infantilismo izquierdista”, el neoliberalismo no fue más que la venganza senil del ancien regime capitalista que no se decidía a morir.

Tuvieron que pasar más de dos décadas desde el asesinato del Che Guevara para que comenzaran a aflorar, tímidamente, otras facetas de su vida. El Che como estudioso del capitalismo, analista de las dificultades de la transición al socialismo, teórico de los problemas de la revolución mundial y polemista al interior del marxismo.

En la selva


 


Véase su libro: Che, el camino del fuego. Buenos Aires, Edit.Hombre Nuevo, 2001. pp.384. Este trabajo de Borrego también se puede consultar en internet en el sitio de la Cátedra Ernesto Che Guevara 


 

 

 

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