domingo, 10 de junio de 2012

Es lucha de clases...

Artículos  de Andoni Baserrigorri
9/6/2012 Es lucha de clases... x Andoni Baserrigorri    ::    Más articulos de esta autora/or: La izquierda debe estar a la altura de lo que las circunstancias le exige y el hor dago que plantea el capital. Y si no está a la altura, sobra, así de claro
Las imágenes que nos están llegando estos últimos días de Asturias y de León, impactan. Pero no impactan porque sean especialmente duras, sino porque reflejan el retorno de un fenómeno que nunca se fué, pese a que más de uno y una nos anunció su muerte hace 20 años.
Quienes anunciaron el final de la historia y festejaron antes de tiempo, el definitivo triunfo del capitalismo, no contaban, con lo aportado y explicado por Marx. El capitalismo tiene unas lógicas implacables y es que cuando se explotan todos los mercados, se expolian todos los recursos de los pueblos y no quedan lugares donde vender el producto se crea un excedente que provoca inevitablemente una crisis. Hay productos elaborados, pero no hay a quien venderlos, porque falta dinero y si no hay compradores, el capitalismo estalla.
Es una lógica implacable y hace 20 años ya se sabía que vendría. Hay muchos textos en internet que así lo atestiguan, incluso en la época de las vacas gordas, cuando el buen vivir y el estado de bienestar parecía que no iba a tener fin. Cualquier obrero europeo, podía tener un piso, una casa en la sierra o en la playa, y un par de coches. La mentalidad de nuevos ricos se adueñó de las clases medias, incluso de ciertas clases bajas y hablarles de socialismo y revolución era predicar en el desierto. Los comunistas éramos una especie de nostálgicos de otra época, condenados a vivir de los cuentos del abuelo o de la abuela. Porque mujeres que han escrito páginas de gloria por el socialismo las hay por legión.
Pero hemos despertado del sueño, al menos las mentalidades que estaban dormidas y nos encontramos con las dos características fundamentales del capitalismo.
Por una parte su arista más explotadora y carente de entrañas y el menor humanismo. Lo que plantean los gestores de esta maldición llamada hoy día “economía de mercado” es la explotación del ser humano por el ser humano de la manera más descarnada. Hay que trabajar hasta cumplir los 70 años, buscarse la vida en derechos básicos como la educación, sanidad, vivienda, y buscarse la vida, en una jungla implacable en la que tu mejor amigo te puede devorar.
El derecho al trabajo es una utopía y los que trabajan, deben hacerse a la idea de hacerlo sin apenas derechos. La empresa es tu Dios y el encargado su profeta al cual debes seguir en todas sus indicaciones, incluso a riesgo de que puedas perder la vida en el tajo.
La explotación de otros pueblos, se acrecienta y sin máscaras, rescatando las prácticas más atroces del siglo XIX. Invasión pura y dura, así que en apenas 20 años con las mas estrafalarias excusas, el imperio ha invadido y saqueado varios pueblos, Iraq, Afganistán, Libia y tiene en cartera más invasiones, como la de Siria, Irán, Venezuela. Pueblos todos ellos dignos y que han elegido caminos diferentes de desarrollo al propuesto por las bandas capitalistas.
En definitiva, la barbarie que nos dijo Rosa Luxemburgo era esta, y esto es lo que tenemos en la actualidad. 20 años después de la caída del bloque socialista, el imperialismo ha desarrollado multitud de planes, que antes no podía realizar por la presión soviética y sobre todo por la presión que ejercía su Ejercito Rojo y el contrapeso que ofrecía a la banda criminal OTAN.
La segunda arista con la que nos toca enfrentarnos y que algunos, en su ensoñación de un capitalismo dulce, no acertaban a ver , es su carácter fascista. El fascismo no es una ideología en sí misma, El fascismo es un arma que utiliza el capital en el mismo momento que le es preciso.
Por eso, en estos momentos en que el capital se ve en dificultades, es cuando de nuevo va a utilizar formas y maneras no democráticas. Las leyes, que nos anuncia el estado español, son la antesala de un estado autoritario en el cual quieren que sea imposible tanto la libertad de los pueblos que nos toca padecer el poder de Madrid, como la posibilidad de salidas progresistas ( no hablamos ya de salidas revolucionarias..) a este estado, al cual nos condena el capital.
Y son posibles salidas en otros parámetros, ahí tenemos el caso de Islandia, pero precisamente para evitar más Islandias, nos plantean este conglomerado de leyes. Son fascistas y punto. Ni son humanos, ni tienen ninguna vergüenza ni talante. Les da igual saber que la gente empieza a pasarlo realmente mal, incluso a padecer hambre. Son fascistas y defienden sus privilegios que recoge la Constitución consagrando la unidad del estado español. España es una unidad de mercados y nada más.
El fenómeno que hemos visto revivir estos últimos días en León, Andalucía y Asturias es lisa y llanamente la lucha de clases. No ha muerto, como dijeron hace 20 años.
El problema podemos ser nosotros mismos. ¿Interiorizaremos todo esto y actuaremos consecuentemente? Por de pronto, mis “amigos” de la izquierda mema y su pacifismo de pandereta, sigue soñando con un capitalismo guay en el cual “democráticamente” y a golpe de trenza y batukada, lograremos ciertas mejoras que nos hagan dormir a gusto con nuestra conciencia.
Pero la izquierda real, la izquierda combativa, tiene que empezar a ponerse las pilas, sino, la clase obrera le desbordará por la izquierda y Asturias y León es un buen ejemplo. O Andalucía, donde no cesa la represión contra el movimiento sindical consecuente. La izquierda debe estar a la altura de lo que las circunstancias le exige y el órdago que plantea el capital. Y si no está a la altura, sobra, así de claro.
Si un movimiento político de izquierda, marxista y revolucionario, deja a un lado los análisis en clave de clase y en clave anti-capitalista por el socialismo, si se despoja de las herramientas mínimamente necesarias para llevar al pueblo a la victoria y que ese pueblo pueda comenzar las tareas de construcción del socialismo, ese movimiento o partido político ha hecho dejación de su tarea histórica...la toma del poder y la trasformación de este por un poder revolucionario que libere a seres humanos y pueblo de esta peste que es el capitalismo. Tomar el poder, pero para transformarlo y crear el socialismo. Finiquitar la explotación y el fascismo que nos plantea hoy día el estado capitalista. Esa es la tarea más urgente.



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